Señales de un hombre "dominado".
Tiene el hombre que pedir permiso a su amada hasta para ver el juego del equipo de su corazón, vive bajo el yugo de la tiranía de su enamorada, como un esclavo de los caprichos de la novia, y preocupado por los deseos de “Su Mujer”. ¿Acaso conoces a alguien que pertenece a esta descripción? He aquí diez señales de que eres un varón dominado.
1- Domina tu privacidad. Ella sabe todas tus contraseñas de correo electrónico, Facebook, Twitter, etc. Que una pareja no tenga secretos, no es lo mismo que no preservar la privacidad. Si tu novia puede espiar en todas tus cosas y tú al contrario no puedes hacer nada para saber las de ella, es porque ya te ha dominado desde hace mucho tiempo.
2- Domina tus relaciones. Tus amigos ya no son más tus amigos, con la excepción de sus amigos en común. Es probable que tu novia se haya convertido en un obstáculo en la relación entre tú y tus antiguos camaradas. Ahora tu vida social se reduce a los amigos de ella, tus compañeros de trabajo, escuela o club de fans en línea de Pink Floyd.
3- Domina lo que escuchas. Ricardo Montaner ya no parece tan malo. En general, tus gustos han cambiado mucho y ahora se te llenan los ojos de lagrimas cuando escuchas una canción romántica antigua, cantas “Hoy Tengo Ganas De Ti” revoloteando mientras te duchas y al mismo tiempo ella escucha Lady Gaga y Beyoncé en la habitación.
4- Domina tu tiempo. Ella decide sobre tu agenda. Justo después de confirmarle a tus amigos que iras el jueves a jugar un partido de fútbol con ellos, tu esposa te dice que había comprado entradas para ver una fastidiosa obra de teatro ese día. Y, adiós partido!
5- Domina tus expresiones. Ella te dice “Mi vida” y tú respondes “Mi cielo”, o cualquier otro apodo o diminutivo -propio de una relación melosa-, en público. Tus padres se esmeraron en elegir un nombre de fantasía como Romario o Jesús Adolfo y ahora te has convertido en Romi o Fofi. Y ni te atrevas a quejarte, porque serás recompensado con una escena dramática digna de telenovela mexicana.
6- Domina tus gustos. Tienes que pedir permiso a tu esposa para tomar una lata de cerveza. Y si, por casualidad, no llegaras a pedir su consentimiento jurando que solo te tomaste una, el escándalo que te hará, va a provocar que nunca vuelvas a poner una sola gota de alcohol en tu boca.
7- Domina tus decisiones. Tu novia adopta un perro sin decírtelo, que además, según dice ella, es el hijo de ambos. Tú no quieres un perro (ni un gato, o un perico), pero un día se aparece con un Shih Tzu que van a criar juntos, a pesar de tu alergia a los pelos, como si fuera de ambos. Por supuesto, eres responsable de llevarlo a dar un paseo y de recoger la caca que deja por toda la casa.
8- Domina tu vida. Tienen un e-mail o una cuenta de Facebook juntos. El problema no es que ella sepa la contraseña de tu correo electrónico, el problema es que ya ni siquiera tiene un email personal. Ahora todo es de los dos y se perdió el sano sentido de la privacidad. Si intentas agregar a una ex como amiga, vas a ir a dormir al sofá durante algunos días hasta que bloquees a la “arpía esa”.
9- Domina tu vida. Tus amigos ya no se reúnen con tanta frecuencia. Claro, cansados de que siempre les digas que ya te habías comprometido con ella, tiraron la toalla. Por otra parte, es probable que cuando salgas con ellos les digas que vas a llevar a tu novia, o peor aún, que se aparezca en plena reunión sin haber sido invitada.
10- Domina tu dinero. Tu novia es el tipo de persona que siempre te hace pagar todas las cuentas. Esa cosa de que el hombre debe pagar por todo ya no se usa. Lo justo sería que a veces pague ella y a veces tú, y que así la relación sea tan espontánea como equitativa. Pero si no quieres pagar por una toalla femenina, estás en serios problemas.
Estás dominado, completamente dominado.
Comentarios
Publicar un comentario