Es el darse cuenta de la realidad masculina en la sociedad, desde niños nos meten en la cabeza que le debemos pleitesía a las mujeres.
Que un hombre no llora y que nuestras vidas giran alrededor de la mujer, conforme creces te dicen que tienes privilegios y derechos que las mujeres no y que eso te debería hacer sentir avergonzado.
Que deberías renunciar a tus derechos y privilegios y ser más permisivo con las mujeres...
El resultado es un hombre que solo busca aprobación femenina y se valoriza a si mismo a través de la atención y aprobación que recibe de las mujeres.
TODO lo que hace (trabajar para tener dinero, su tiempo, su esfuerzo) es para complacer a la mujer y siempre la considera como un ser indefenso al que debe rescatar porque es su deber como privilegiado opresor.
Cuando entiendes que no es así y lo experimentas, te liberas de esa crianza nefasta y lo que antes era una carrera para obtener mujeres se convierte en un paseo para complacerte a ti mismo y trabajar para ti.
Eso sin dejar de disfrutar la compañía femenina pero ya no viviendo como un esclavo sólo para satisfacer los gustos y las necesidades ellas.
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