La mujer es un ser completamente diferente al hombre y no me estoy refiriendo al argumento biológico sino al mental. A la forma de procesar la información de lo que nos rodea, de analizar situaciones y de llegar a conclusiones.
Un hombre no necesita que le estén alabando constantemente y ensalzando su ego. Un hombre puede construir un edificio con todas las comodidades, agua fría y caliente, calefacción y aire acondicionado, una fachada exterior que sea una verdadera obra de ingeniería y arquitectura por su belleza.
Ese hombre por regla general no necesita que lo alaben y le estén recordando que buen arquitecto o ingeniero es. Sólo con ver que su obra permanece, que cumple con el objetivo para la cual fue diseñada, y que la gente usa y se siente a gusto con sus instalaciones es suficiente.
Jamás verás a un hombre esperando alabanzas por cortar el césped, pintar la casa, reparar el techo, cambiarle el aceite al carro, o reparar un neumático pinchado.
En cambio ellas son todo lo contrario. Ellas aunque no produzcan o aporten nada de utilidad aún así necesitan de manera constante de la atención y que las alaben por poco o por nada que hagan.
Por eso se disgustan con su marido si éste no las alaba por lo más inverosímil, como cuando fríen un par de huevos para el desayuno, se cortan el pelo, se estrenan un vestido nuevo, o simplemente cambian de posición los muebles de la sala.
Comentarios
Publicar un comentario